Ría de Vigo.Submarino. Isla Sur Cíes. Bosque laminarias

Ría de Vigo.Submarino. Isla Sur Cíes. Bosque laminarias

Relevancia: Internacional

Ría de Vigo.Submarino. Isla Sur Cíes. Bosque laminarias

Clasificación: Natural


Descripción

Descripción General

Las Islas Cíes son tres; dos de ellas unidas por un dique y una barra de arena, aunque no siempre. Cuatro o cinco veces al año, el mar divide las dos centrales y la tercera: San Martiño, que resulta una completa desconocida para todos. La mayoría de los visitantes han paseado en alguna ocasión por los arenales de la playa de Rodas, pero muy pocos han podido desembarcar en la Isla Sur y, mucho menos, caminar por su interior; ya que, para desembarcar, es necesario contar con un yate y un bote para llegar a su playa, ante la inexistencia de atraques, salvo uno de servicio de la Autoridad Portuaria y el Parque Nacional Illas Atlánticas, que conduce a Cabo Bicos. Dentro de la isla no hay caminos ni apenas pistas, con excepción del acceso al faro y un corto sendero en la playa que discurre hacia los restos de un molino. Ambas vertientes, una a la ría y otra al Atlántico, presentan laderas con fuertes pendientes, vegetación tupida, tojos y árboles.

La isla es un refugio de gaviotas y cormoranes vetada al hombre, salvo su playa de 500 metros.
Allí se encuentra todo que San Martiño ofrece a los escasos visitantes: un arenal, dos viviendas, una de ellas habitada, y los restos de un molino y de una factoría de salazón que tuvo su explotación durante el siglo XX.
Sobre la zoología de San Martiño, apuntar que estuvo amenazada por la presencia continua de visones americanos que llegaron a nado desde Baiona, donde había una granja peletera de la que escaparon algunos ejemplares.

Bajo las aguas de las Islas Cíes, la situación cambia. Se han creado diferentes hábitats llenos de vida. Los distintos tipos de sustratos que conforman los fondos de estas islas, son bañados por aguas que sufren la influencia de la cálida corriente superficial del golfo, suavizando su temperatura. Y también de los vientos que soplan del norte durante la primavera y el verano. Estos últimos, desplazan las aguas superficiales, permitiendo el ascenso de las aguas frías profundas, ricas en nutrientes –afloramiento–. A todo esto, se le suma el aporte fluvial de las rías que condiciona la salinidad, los sedimentos y la materia orgánica. Así se dan fondos rocosos con bosques de algas pardas, tal y como sucede en la Pared de San Martiño, una zona más tranquila, con tan solo 10 metros de fondo. Aquí hallamos un gran conjunto de laminarias: algas que llegan a alcanzar más de 2 metros, fuertemente ancladas al fondo, que ondean plácidamente al son de la corriente. Láminas largas y gruesas que se entremezclan cual tupido bosque, cerrando el paso entre ellas.

Sin embargo, los fondos subacuáticos de las Cíes no sólo albergan fauna y flora, también vestigios históricos de batallas que tuvieron lugar en estas costas desde principios de su formación. Es el caso del submarino nazi hallado frente a la costa de la Isla Sur de San Martiño. Un sumergible alemán de la II Guerra Mundial. Y aunque Vigo no era una base oficial de submarinos nazis, sí fue un refugio para sus militares, espías y tripulaciones que, por ejemplo, utilizaban el Colegio Alemán, situado en la actual calle Pi y Margall, como lugar de descanso y tránsito. Por otra parte, está confirmado que varios submarinos nazis se hundieron entre Cíes y La Guardia durante la contienda.

Descripción Especializada

Estar en San Martiño produce una curiosa sensación de soledad (real), ya que no suele haber nadie, salvo los pocos visitantes que bajan a la playa en su yate, estando a unos pocos kilómetros de la ciudad. La Playa de San Martiño coge el nombre de la isla a la que pertenece, de forma triangular y más ancha que las del Norte, estando separadas entre sí por el canal Freu da Porta. Tiene forma de concha y se dispone en un entorno virgen. Lo es más el Cabo Bicos, quizá la clave de todo. Los investigadores han concluido que el nombre del extremo donde se levanta un faro, sería originalmente Bico y nada tendría que ver con la palabra gallega “beso”, sino con un origen quizá céltico o en todo caso prerromano.

Durante un tiempo se creyó que en el itinerario “Per Loca Marítima” aparecía un Vicus Spacorum que sería "aldea de los Spacos", la actual Vigo. Algunos historiadores como Crespán disiden incidiendo en que en la ciudad de Vigo se han encontrado 28 castros, uno de ellos –el actual Monte do Castro de Vigo– fue llamado Bico, y sirvió de nombre colectivo para los restantes. En esa zona habría una tribu, los Caporos, y de ahí podría llegar el nombre “Vicos Caporum". Las pruebas parecen contundentes y apuntan a la relación directa entre Vico y Cabo Bicos por estar en línea el Castro con la Isla Sur. Así que la ciudad debería su nombre al promontorio de las Cíes y no a un Vicus, una aldea.

Un combinado de factores determina la riqueza y biodiversidad del Parque Nacional Illas Atlánticas. Algunos de estos hábitats se pueden explorar a través de las inmersiones. Uno de los fondos más especiales de estas aguas se sitúa en la Pared de San Martiño, una zona más tranquila, con tan solo 10 metros de fondo. Aquí hallamos un gran conjunto de laminarias: algas que llegan a alcanzar más de 2 metros, fuertemente ancladas al fondo, que ondean plácidamente al son de la corriente. Láminas largas y gruesas que se entremezclan cual tupido bosque, cerrando el paso entre ellas. Estas algas pardas son: la Saccorhiza polyschides, la Laminaria ochroleuca y la Laminaria hyperborea. Habitan en los fondos rocosos dando pie y sustento a otras especies. Algunas de ellas conforman un sotobosque, las epífitas. Y en busca de refugio los gusanos poliquetos, crustáceos como la centolla y la nécora, o moluscos como la lapa o la oreja de mar. Las zonas donde el sustrato es más vertical favorecen la aparición de cuevas y grietas; cobijo de equinodermos crinoideos y ofiuroideos. Corales blandos, gorgonias y esponjas. También se refugiará en estas pequeñas cuevas el pulpo. Un hábitat de una espectacular riqueza y belleza, que ha sufrido el azote de las fuertes y continuas tormentas sufridas en los últimos años. El fuerte oleaje y un exceso de aporte de agua dulce por las fuertes precipitaciones, han provocado la pérdida de parte de estas comunidades en la costa norte de España, posible consecuencia del cambio climático.

En el 2013 y, según testigos presenciales, una expedición de expertos y científicos civiles y militares a bordo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño, descubrió al sur de las islas Cíes un pecio histórico que “por su relieve y dimensiones” podría tratarse de uno de esos sumergibles alemanes de la Segunda Guerra Mundial. El Ministerio de Defensa no se atrevió a desmentir la existencia de “Ofión”, proyecto supuestamente clasificado como secreto cuyo objetivo es la localización de galeotes o embarcaciones hundidas en aguas profundas. El supuesto descubrimiento se habría realizado durante tres días de navegación que el buque oceanográfico realizó los días 2, 3 y 10 agosto por la Ría de Vigo, cerca de las Islas Cíes. En un punto situado a 50 millas de estas últimas islas, el sonar captó una serie de imágenes sorprendentes: donde la documentación militar apuntaba la posible existencia del pecio del legendario galeón del siglo XVIII –Santo Cristo de Maracaibo–, ahora las imágenes dibujaban lo que parecía ser un submarino nazi. Existe es abundante información que demuestra que, aunque Vigo no era una base oficial de submarinos nazis, sí un refugio para sus militares, espías y tripulaciones. Por otra parte, está confirmado que varios submarinos nazis se hundieron entre Cíes y La Guardia. Entre ellos, los sumergibles U-566 y U-134, ambos del modelo VIIc de 67,1 metros de eslora y 6,18 de manga, capaces de descender hasta los 200 metros de profundidad.
Lo más previsible es que se tratase del U-566, que nada más zarpar de Francia hacia el Mediterráneo en su decimoquinta patrulla, fue avistado el 24 de octubre de 1943 por un bombardero británico Wellington que lanzó seis cargas que le causaron importantes averías y le impidieron sumergirse. Su capitán, Hans Hornkohl, ordenó barrenarlo y la tripulación saltó a varias balsas neumáticas. Posteriormente, los 49 oficiales y marineros fueron rescatados por el pesquero Fina que, irónicamente, los trasladó a Vigo donde fueron entregados al cónsul alemán que, inmediatamente, gestionó su regreso a Francia. Oficialmente, el U-566 se hundió a 41º12’N - 09º 31’W.

Descripción Educativa

Localizadas en la provincia de Pontevedra, y más concretamente en la Ría de Vigo, las Islas Cíes cuentan con nueve playas de fina arena blanca y aguas cristalinas. De forma triangular, la Isla de San Martiño es una de las más anchas de las Cíes. Actualmente, podemos observar restos de nuestra historia gallega como el eremitorio de San Martiño o las piezas del Muíño do Limpiño y alcanzar el punto más alto de la isla Sur, el monte Pereira.

El medio marino es uno de los atractivos que podemos disfrutar de la isla. De hecho, las Cíes forman uno de los ecosistemas más ricos de la costa gallega, además de contar con una gran cantidad de algas pardas y corales.
Sus fondos marinos están formados por cuatro capas. La primera contiene arena, mientras que la segunda tiene cascajo (piedritas). La tercera está formada por Maërl (alga) y la cuarta, por elementos rocosos. Por otra parte, los bosques también aparecen bajo del mar, llamados bosques laminarias, que están compuestos por algas pardas de enorme tamaño.

Galería


Datos Generales

Eco-Destino

ES_ GALICIA_Ría de Vigo

Puerto / Fondeo / Playa

Pantalán de pasaje Isla Monteagudo (Islas Cíes)

Localización

Vigo  (Pontevedra)
España

Coordenadas GPS

  • Latitud: 42.19768600
  • Longitud: -8.90140300
  • Servicios y Entorno

    Entorno

    Natural

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